Cuando nació el pequeño Bence, su madre se sorprendió. El cabello del bebé era completamente blanco. Los padres pensaron directamente que su hijo era albino, pero el médico les dio otra respuesta.
El albinismo es una enfermedad genética hereditaria que supone la ausencia total de pigmento melanina.
El año pasado en Hungría, el pequeño Bence vino al mundo con una buena taza, pero sus padres no podían creer lo que veían sus ojos. Su cabello era totalmente blanco.