El acné es un problema que suele atacar a los adolescentes que están pasando por lo cambios hormonales de la pubertad, en algunos casos suele ser leve, pero en otros puede ser muy mal e intenso.
Cuando los casos de acné son muy intensos suelen dejar cicatrices que no se eliminan con el tiempo sino que persisten y se quedan en nuestra piel de forma permanente.
Lo primero que debes hacer es exfoliar la piel. La mejor opción es utilizar un exfoliante con microdermoabrasión para conseguir mejores resultados. Aplícalo 2-3 veces por semana para tener una piel suave y tersa. De esta manera, vas a deshacerte de la piel muerta y dejarás espacio a la nueva piel fresca. Por otra parte, este tipo de exfoliante estimula la piel para mantenerte joven.
Puedes crear un exfoliante mezclando 1 cucharadita de bicarbonato de sodio con 2 cucharadas de agua purificada o destilada. Después, masajea la solución en las cicatrices del acné durante aproximadamente 1 minuto. Al final, enjuagar la solución con agua tibia.
En segundo lugar, se sugiere el uso de hamamelis y jugo de limón por su efecto astringente. Si tienes la piel grasa, ten en cuenta que el hamamelis y el jugo de limón son un gran remedio natural que ayuda a eliminar el exceso de grasa de la piel. No te arrepentirás de su uso.
Otra manera de tratar las cicatrices del acné es beber té. Debes saber que el té es un purificador eficaz y tiene propiedades curativas de la piel que te ayudarán a lidiar con el acné y reducir las cicatrices del acné. Por ejemplo, debes utilizar lamanzanilla y el té rojo para reducir las cicatrices.
Entre otras propiedades de manzanilla, se puede mencionar su capacidad para detener el acné, sobre todo como aceite esencial. Comienza a beber 2-3 tazas de té al día y verás pronto sus efectos beneficiosos. Agrega miel y limón, elementos importantes en el tratamiento de la piel propensa al acné.